Tus objetivos tienen que ser claros en cada entrenamiento.
Cuando empezamos a entrenar debemos de tener muy claro la meta a la cual queremos llegar y de que forma lo vamos a lograr.
Recuerda que tus metas tienen que ser realistas y progresivas.
Empieza buscando un entrenador que creas que tiene la capacidad, la preparación y experiencia para llevarte a lograr tu meta, no sólo eso, debe de haber empatía, respeto y camaradería, ya que se formarán lazos de amistad muy fuertes (mientras mejor te conozca tu entrenador, mejor podrá fortalecer tus debilidades y pulir tus cualidades). Un buen entrenador, cuando te conoce, con sólo verte a la cara puede sacar tanta información de ti que te sorprenderías. Siéntate con él a platicar de tu meta y pregúntale de qué forma planea ayudarte a alcanzarla para que tú también estés al tanto de cómo lo van a lograr.
Checa el calendario y contabiliza las semanas de entrenamiento que tienes. Ojo, ten en cuenta que más o menos 15 días antes de la competencia estás en un período en el cual debiste de haber cumplido con tu plan de trabajo, ya no tiene caso desgastarse con entrenamientos pesados o empezar a practicar algo que en todo tu entrenamiento no hiciste.
Ten conciencia en cada parte del proceso, nunca entrenes por entrenar, siempre mantén esa plática interna contigo mismo y aprende a percibir cómo tu cuerpo asimila el entrenamiento.
Tómate siempre tus tiempos parciales y generales y aprende a tomarlos con la exactitud de décimas y segundos. Los nadadores mejoramos en esas escalas no en MÁS O MENOS.
Aprende a distinguir cuando estás cansado y cuando estás flojo.
No en todos tus entrenamientos tienes que terminar medio muerto.
No hay fórmula más confiable de hacer una buena competencia que aprender a trabajar dentro de tu 85%. No dejes de aprender a sacarlo.
Tus entrenamientos deben de ir enfocados en mejorar tu rendimiento dentro de tu 85% en vez de hacerte más tolerante al lactado que se acumulua por trabajar arriba de este porcentaje (http://www.todonatacion.com/ciencias-del-deporte/acido-lactico/) , y lo único que lograrás es que tu cuerpo pague la factura tiempo después.
Siempre atento a las lastimaduras por mínimas que sean, ya que pueden ser un indicio de mala tecnica o que empiezas a estar sobre entrenado, igual con esas gripas que te dan en el período que estás entrenando más duro.
Retro alimenta a tu entrenador de todo esto para que pueda ir ajustando tus cargas de trabajo en todo momento que sea necesario.Los entrenamientos no son estáticos ni inamovibles, deben ser flexibles y siempre se tienen que ajustar a tus necesidades y no tú a ellos.